Revolución

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“La libertad no es más que un fantasma inofensivo mientras existan hombres que puedan matar impunemente de hambre a otros. La libertad es un fantasma inofensivo cuando a través de un monopolio el rico logra ejercer el derecho de vida y muerte sobre sus semejantes.” JACQUES ROUX

jueves, 29 de marzo de 2012

¡¡¡La lucha contra el neoliberalismo es cosa de todos los días!!!

Compañer@s la lucha contra el capitalismo no debe reducirse a un día puntual y aislado. Hay trabajadoras y trabajadores que debido a múltiples circunstancias no van a poder hacer huelga hoy y sin embargo están firmemente convencidos en la necesidad de la misma, y la apoyarán en cuanto salgan de sus puestos y los días sucesivos. No por ello son menos, por eso debemos recordar que cada día tod@s nosotr@s tenemos que trabajar en el objetivo de construir un sistema distinto, hay gente que quizás durante mucho tiempo ha estado dormida y ahora de repente ha despertado y acudirá a la huelga. Hay que trabajar en el día a día. La huelga de hoy día 29 de marzo no es un fin si no un medio para la consecución de unas metas claras. Todos los días cada persona en su rutina diaria, en su trabajo, en su casa, en sus quehaceres cotidianos, en sus viajes, su ocio, su comportamiento, su consumo, etc. etc., debe ser consecuente y coherente con sus ideales y elegir opciones alternativas a las convencionales y generalmente cómodas que nos ofrece el sistema y que al mismo tiempo lo sustenta. Por ejemplo elegir banca ética en lugar de la convencional, no consumir determinadas marcas y productos, consumir con responsabilidad y siendo consecuentes con nuestros ideales, disminuir consumos energéticos en la medida de lo posible (uso de bici o transporte público cuando sea posible antes que el vehículo, utilizar vehículos de poco consumo, ahorro de consumo eléctrico, etc.), apostar por comercio local en lugar de las grandes superficies e hipermercados, comprar productos de comercio justo, apoyar la soberanía alimentaria, la autogestión, grupos de consumo autogestionados, turismo responsable, participar en movimientos y acciones sociales y solidarias, movilizarse siempre que sea posible, organizarse, leer e informarse más y ver menos la televisión, etc., etc. Es necesario contradecir con ideas y argumentos a aquellos que creen, debido a la inmensa manipulación mediática, que no hay otra alternativa que los recortes y la eliminación de los bienes sociales y públicos. Hay que replicar a todo aquel que piensa que debemos resignarnos y pagar entre toda la clase trabajadora los platos que los especuladores y avariciosos magnates del neoliberalismo han roto. Debemos hacer ver a los escépticos que otro modelo de vida, otro sistema económico y en general otro tipo de sociedad, no solo es posible sino que es absolutamente necesario para no seguir caminando hacia la autodestrucción.
¡¡¡LUCHA ANTICAPITALISTA LOS 365 DÍAS DEL AÑO!!! ¡¡¡QUE ESTO NO QUEDE EN EL 29M, DEBE SER EL INICIO DEL INICIO!!!

sábado, 24 de marzo de 2012

Vicenç Navarro: ¿Ha descendido la pobreza en el mundo?



¿HA DESCENDIDO LA POBREZA EN EL MUNDO?
Vincenç Navarro - 22/03/12 (sección Dominio público de Público.es)
http://blogs.publico.es/dominiopublico/4940/%C2%BFha-descendido-la-pobreza-en-el-mundo/
Hace unas semanas el Banco Mundial publicó una breve nota de prensa de seis páginas, que causó gran impacto. La noticia no era para menos. El Banco Mundial señalaba que, a pesar de la recesión mundial, la pobreza extrema había bajado en el mundo. El título de la nota de prensa lo decía todo “Nuevas Estimaciones Revelan una Disminución de la Pobreza Extrema durante el periodo 2005-2010” (“New Estimates Reveal Drops in Extreme Poverty 2005-2010. World Bank). Ni que decir tiene que los mayores medios de información del mundo occidental, de sensibilidad liberal, ansiosos de buenas noticias, echaron campanas al vuelo. Los mayores diarios y semanarios del mundo publicaron noticias y artículos en lugar prominente, con titulares muy llamativos, anunciando la noticia. El del The New York Times era representativo: “La pobreza mundial desciende a pesar de la recesión económica mundial”. Titulares parecidos aparecieron en los mayores medios. Un tanto semejante ocurrió en la prensa liberal económica, desde el Financial Times al The Economist. Éste último, con la exageración que le caracteriza, señalaba que “por primera vez, el número de pobres desciende en todo el mundo”. Ni que decir tiene que, predeciblemente, los grandes rotativos de España reproducían las noticias con igual alborozo.
El problema con toda esta movilización mediática es que los datos, incluyendo los propios datos del informe del Banco Mundial, no reflejan esta realidad. Veámoslos. Lo primero que aparece es que los que el informe presenta van del año 1981 al 2008. El estudio del Banco Mundial es la evolución de la pobreza extrema durante este periodo. El último año analizado es, repito, 2008, el primero de la recesión. Es decir, la recesión apenas había comenzado. No puede, por lo tanto, derivarse que “a pesar de la recesión, la pobreza ha bajado” tal como la gran mayoría de los medios indicaron. En realidad, la crisis y la recesión se iniciaron aquel año, y a nivel mundial todavía continúa en muchas partes del mundo. Para llegar a la conclusión a la que llegaron los medios, el estudio tendría que haber analizado la evolución de la pobreza durante el periodo 2008-2012, y ver si la pobreza bajó durante esos años. El Banco Mundial no hizo tal estudio. Sus datos reales terminaron en 2008, cuando la recesión comenzó. Lo que sí hizo el Banco Mundial, es unaestimación de la bajada de la pobreza durante el periodo 2008-2010, estimación basada, no en datos reales sino en datos calculados según varios supuestos, algunos altamente cuestionables. Las estimaciones del Banco Mundial son conocidas por su “creatividad”, conducentes a estimaciones y proyecciones de escasa credibilidad en la comunidad científica. Los únicos datos reales, y no supuestos, del estudio del Banco Mundial terminan en 2008, cuando la recesión apenas comenzaba.

Pero el informe del Banco Mundial comete otro error que, como el anterior, le permite llegar a una conclusión equivocada. Analiza cuánta gente vive en el mundo con menos de 1.25 dólares al día y cuantifica como esta cifra ha ido evolucionando durante el periodo 1981-2008. Y dado que el total, según sus cálculos, es  que en 2008 había 662 millones menos que estaban en esta condición que en 1981, concluye que la pobreza ha disminuido a nivel mundial. Puesto que este periodo ha sido el periodo liberal, es decir, el periodo que la mayoría de países del mundo, presionados por el Fondo monetario Internacional y por el Banco Mundial, han llevado a cabo políticas neoliberales, este descenso se presenta como la prueba del gran éxito de tales políticas. Han aparecido ya varios artículos de conocidos economistas liberales (en realidad, neoliberales) cantando las alabanzas del neoliberalismo.

Pero tal euforia ignora algunos hechos elementales. Uno de ellos es que la mayoría de este descenso del porcentaje de la población que vive con menos de 1,25 dólares al día se concentra en China (y en segundo lugar en la India), y China no ha seguido las políticas neoliberales en su desarrollo. En contra de la sabiduría convencional neoliberal conocida como Consenso de Washington en EEUU, y Consenso de Bruselas en la UE, el Estado de China es altamente intervencionista, con pleno control público de la banca y del crédito, entre otros ejemplos. Un tanto semejante ocurre en la India. Excluyendo estos dos países, el porcentaje de la población en pobreza extrema aumentó, no disminuyó, y muy en particular en los países que siguieron con mayor docilidad las recetas neoliberales. En otros países donde la pobreza disminuyó a principios de este siglo, tales como Venezuela, Brasil, Argentina y otros países de América Latina, este descenso se debió precisamente a la revuelta en contra de las políticas neoliberales, rompiendo con ellas, mediante políticas intervencionistas de orientación redistribuidora, con activa participación del Estado en su actividad económica. Tal como los informes publicados por el Center for Economic and Policy Research de Washington han mostrado, las consecuencias del neoliberalismo en el mundo en vías de desarrollo han sido negativas. Las tasas de crecimiento económico y producción de empleo fueron mayores en los países que ignoraron las posturas neoliberales que en los que las siguieron. Por cierto, uno de los países con mayor reducción de la pobreza extrema ha sido, precisamente, Venezuela, bajo el gobierno de Hugo Chávez, demonizado en los rotativos de mayor difusión españoles.

Pero el mayor problema del informe del Banco Mundial es la manera como define pobreza extrema, utilizando el indicador del consumo de 1,25 dólares estadounidenses como el umbral de la pobreza. Por cierto, utilizar 1,25 dólares no quiere decir que en el mundo sean pobres los que consumen menos de 1,25 dólares por habitante. Tal cantidad, en dólares estadounidenses, podría ser una cantidad respetable para un país pobre. No es 1,25 dólares estadounidenses el umbral de la pobreza extrema en los países subdesarrollados, sino el valor de la moneda local cuya capacidad adquisitiva sea comparable a la de 1,25 dólares en Estados Unidos.

Este indicador, tal como han mostrado Robin Broad y John Cavanagh en su libro Development Redefined. How the Market Met its Match es simplista en extremo, pues no tiene en cuenta otros consumos que no sean comercializados. Por ejemplo, dos países pueden estar consumiendo 1,25 dólares per cápita per dia y, sin embargo, el que tenga abundantes servicios públicos, tendrá menos pobreza que otro país que no tenga tales servicios. Pero el Banco Mundial no valora el consumo público, sólo el privado. De ahí que tal indicador subestime deliberadamente el efecto positivo que tienen los servicios públicos en reducir la pobreza de un país.

En resumidas cuentas, el neoliberalismo ha sido un fracaso, por mucho que el Banco Mundial y el FMI intenten rescatarlo. Su impacto en la pobreza ha sido devastador y la crisis está acentuando todavía más esta situación. España es un claro ejemplo de ello. La pobreza se está disparando, no reduciendo. Escribir lo contrario es mera propaganda neoliberal, por mucho que se intente ocultar esa realidad con estudios aparentemente científicos.


No hace falta presentaciones con Vicenç Navarro, conocido por cualquier persona con un mínimo de inquietudes sociales y económicas alternativas. A modo de breve biografía hay que destacar que Vincenç ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona. Actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). Es también profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU) donde ha impartido docencia durante 35 años. Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales patrocinado conjuntamente por la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University. Dirige también el Observatorio Social de España. Es un gran activista y participa y apoya multitud de movimientos y organizaciones (el 15M por ejemplo), entre ellas podemos destacar ATTAC (Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Ayuda a los Ciudadanos).

Más información:
http://www.vnavarro.org/
http://www.rebelion.org/autores.php?id=76
http://es.wikipedia.org/wiki/Vicen%C3%A7_Navarro_L%C3%B3pez
http://www.attac.es/
http://www.attac.tv/
http://es.wikipedia.org/wiki/Attac
http://sandino.typepad.com/

martes, 20 de marzo de 2012

¡VIVE LA COMMUNE! (18/03/1871) 141 años del inicio de La Comuna de París


EN MEMORIA DE LA COMUNA DE PARÍS
V. I. Lenin  (1911)

Han pasado cuarenta años (141 en 2012) desde la proclamación de la Comuna de París. Según la costumbre establecida, el proletariado francés honró con mítines y manifestaciones la memoria de los hombres de la Revolución del 18 de marzo de 1871. A finales de mayo volverá a llevar coronas de flores a las tumbas de los communards fusilados, víctimas de la terrible “Semana de Mayo”, y ante ellas volverá a jurar que luchará sin descanso hasta el total triunfo de sus ideas, hasta dar cabal cumplimiento a la obra que ellos le legaron.
¿Por qué el proletariado, no sólo francés, sino el de todo el mundo, honra a los hombres de la Comuna de París como a sus predecesores? ¿Cuál es la herencia de la Comuna?
La Comuna surgió espontáneamente, nadie la preparó de modo consciente y sistemático. La desgraciada guerra con Alemania, las privaciones durante el sitio, la desocupación entre el proletariado y la ruina de la pequeña burguesía, la indignación de las masas contra las clases superiores y las autoridades, que habían demostrado una incapacidad absoluta, la sorda efervescencia en la clase obrera, descontenta de su situación y ansiosa de un nuevo régimen social; la composición reaccionaria de la Asamblea Nacional, que hacía temer por el destino de la República, todo ello y otras muchas causas se combinaron para impulsar a la población de París a la revolución del 18 de marzo, que puso inesperadamente el poder en manos de la Guardia Nacional, en manos de la clase obrera y de la pequeña burguesía, que se había unido a ella.
Fue un acontecimiento histórico sin precedentes. Hasta entonces, el poder había estado, por regla general, en manos de los terratenientes y de los capitalistas, es decir, de sus apoderados, que constituían el llamado gobierno. Después de la revolución del 18 de marzo, cuando el gobierno del señor Thiers huyó de París con sus tropas, su policía y sus funcionarios, el pueblo quedó dueño de la situación y el poder pasó a manos del proletariado. Pero en la sociedad moderna, el proletariado, avasallado en lo económico por el capital, no puede dominar políticamente si no rompe las cadenas que lo atan al capital. De ahí que el movimiento de la Comuna debiera adquirir inevitablemente un tinte socialista, es decir, debiera tender al derrocamiento del dominio de la burguesía, de la dominación del capital, a la destrucción de las bases mismas del régimen social contemporáneo.
Al principio se trató de un movimiento muy heterogéneo y confuso. Se adhirieron a él los patriotas, con la esperanza de que la Comuna reanudaría la guerra contra los alemanes, llevándola a un venturoso desenlace. Los apoyaron asimismo los pequeños tenderos, en peligro de ruina si no se aplazaba el pago de las deudas vencidas de los alquileres (aplazamiento que les negaba el gobierno, pero que la Comuna les concedió). Por último, en un comienzo también simpatizaron en cierto grado con él los republicanos burgueses, temerosos de que la reaccionaria Asamblea Nacional (los “rurales”, los salvajes terratenientes) restablecieran la monarquía. Pero el papel fundamental en este movimiento fue desempeñado, naturalmente, por los obreros (sobre todo, los artesanos de París), entre los cuales se había realizado en los últimos años del Segundo Imperio una intensa propaganda socialista, y que inclusive muchos de ellos estaban afiliados a la Internacional.
Sólo los obreros permanecieron fieles a la Comuna hasta el fin. Los burgueses republicanos y la pequeña burguesía se apartaron bien pronto de ella: unos se asustaron por el carácter socialista revolucionario del movimiento, por su carácter proletario; otros se apartaron de ella al ver que estaba condenada a una derrota inevitable. Sólo los proletarios franceses apoyaron a su gobierno, sin temor ni desmayos, sólo ellos lucharon y murieron por él, es decir, por la emancipación de la clase obrera, por un futuro mejor para los trabajadores.
Abandonada por sus aliados de ayer y sin contar con ningún apoyo, la Comuna tenía que ser derrotada inevitablemente. Toda la burguesía de Francia, todos los terratenientes, corredores de bolsa y fabricantes, todos los grandes y pequeños ladrones, todos los explotadores, se unieron contra ella. Con la ayuda de Bismarck (que dejó en libertad a 100.000 soldados franceses prisioneros de los alemanes para aplastar al París revolucionario), esta coalición burguesa logró enfrentar con el proletariado parisiense a los campesinos ignorantes y a la pequeña burguesía de provincias, y rodear la mitad de París con un círculo de hierro (la otra mitad había sido cercada por el ejército alemán). En algunas grandes ciudades de Francia (Marsella, Lyon, Saint-Etienne, Dijon y otras) los obreros también intentaron tomar el poder, proclamar la Comuna y acudir en auxilio de París, pero estos intentos fracasaron rápidamente. Y París, que había sido la primera en enarbolar la bandera de la insurrección proletaria, quedó abandonada a sus propias fuerzas y condenada a una muerte cierta.
Para que una revolución social pueda triunfar, necesita por lo menos dos condiciones: un alto desarrollo de las fuerzas productivas y un proletariado preparado para ella. Pero en 1871 se carecía de ambas condiciones. El capitalismo francés se hallaba aún poco desarrollado, y Francia era entonces, en lo fundamental, un país de pequeña burguesía (artesanos, campesinos, tenderos, etc.). Por otra parte, no existía un partido obrero, y la clase obrera no estaba preparada ni había tenido un largo adiestramiento, y en su mayoría ni siquiera comprendía con claridad cuáles eran sus fines ni cómo podía alcanzarlos. No había una organización política seria del proletariado, ni fuertes sindicatos, ni sociedades cooperativas…
Pero lo que le faltó a la Comuna fue, principalmente tiempo, posibilidad de darse cuenta de la situación y emprender la realización de su programa. No había tenido tiempo de iniciar la tarea cuando el gobierno, atrincherado en Versalles y apoyado por toda la burguesía, inició las operaciones militares contra París. La Comuna tuvo que pensar ante todo en su propia defensa. Y hasta el final mismo, que sobrevino en la semana del 21 al 28 de mayo, no pudo pensar con seriedad en otra cosa.
Sin embargo, pese a esas condiciones tan desfavorables y a la brevedad de su existencia, la Comuna adoptó algunas medidas que caracterizan suficientemente su verdadero sentido y sus objetivos. La Comuna sustituyó el ejército regular, instrumento ciego en manos de las clases dominantes, y armó a todo el pueblo; proclamó la separación de la Iglesia del Estado; suprimió la subvención del culto (es decir, el sueldo que el Estado pagaba al clero) y dio un carácter estrictamente laico a la instrucción pública, con lo que asestó un fuerte golpe a los gendarmes de sotana. Poco fue lo que pudo hacer en el terreno puramente social, pero ese poco muestra con suficiente claridad su carácter de gobierno popular, de gobierno obrero: se prohibió el trabajo nocturno en las panaderías; fue abolido el sistema de multas, esa expoliación consagrada por ley de que se hacía víctima a los obreros; por último, se promulgó el famoso decreto en virtud del cual todas las fábricas y todos los talleres abandonados o paralizados por sus dueños eran entregados a las cooperativas obreras, con el fin de reanudar la producción. Y para subrayar, como si dijéramos, su carácter de gobierno auténticamente democrático y proletario, la Comuna dispuso que la remuneración de todos los funcionarios administrativos y del gobierno no fuera superior al salario normal de un obrero, ni pasara en ningún caso de los 6.000 francos al año (menos de 200 rublos mensuales).
Todas estas medidas mostraban elocuentemente que la Comuna era una amenaza mortal para el viejo mundo, basado en la opresión y la explotación. Esa era la razón de que la sociedad burguesa no pudiera dormir tranquila mientras en el ayuntamiento de París ondeara la bandera roja del proletariado. Y cuando la fuerza organizada del gobierno pudo, por fin, dominar a la fuerza mal organizada de la revolución, los generales bonapartistas, esos generales batidos por los alemanes y valientes ante sus compatriotas vencidos, esos Rénnenkampf y Meller-Zakomielski franceses, hicieron una matanza como París jamás había visto. Cerca de 30.000 parisienses fueron muertos por la soldadesca desenfrenada; unos 45.000 fueron detenidos y muchos de ellos ejecutados posteriormente; miles fueron los desterrados o condenados a trabajar forzados. En total, París perdió cerca de 100.000 de sus hijos, entre ellos a los mejores obreros de todos los oficios.
La burguesía estaba contenta. “¡Ahora se ha acabado con el socialismo para mucho tiempo!”, decía su jefe, el sanguinario enano Thiers, cuando él y sus generales ahogaron en sangre la sublevación del proletariado de París. Pero esos cuervos burgueses graznaron en vano. Después de seis años de haber sido aplastada la Comuna, cuando muchos de sus luchadores se hallaban aún en presidio o en el exilio, se iniciaba en Francia un nuevo movimiento obrero. La nueva generación socialista, enriquecida con la experiencia de sus predecesores, cuya derrota no la había desanimado en absoluto, recogió la bandera que había caído de las manos de los luchadores de la Comuna y la llevó adelante con firmeza y audacia, al grito de “¡Viva la revolución social, viva la Comuna!” Y tres o cuatro años más tarde, un nuevo partido obrero y la agitación levantada por éste en el país obligaron a las clases dominantes a poner en libertad a los communards que el gobierno aún mantenía presos.
La memoria de los luchadores de la Comuna es honrada no sólo por los obreros franceses, sino también por el proletariado de todo el mundo, pues aquella no luchó por un objetivo local o estrechamente nacional, sino por la emancipación de toda la humanidad trabajadora, de todos los humillados y ofendidos. Como combatiente de vanguardia de la revolución social, la Comuna se ha ganado la simpatía en todos los lugares donde sufre y lucha el proletariado. La epopeya de su vida y de su muerte, el ejemplo de un gobierno obrero que conquistó y retuvo en sus manos durante más de dos meses la Capital del mundo, el espectáculo de la heroica lucha del proletariado y de sus sufrimientos después de la derrota, todo esto ha levantado la moral de millones de obreros, alentado sus esperanzas y ganado sus simpatías para el socialismo. El tronar de los cañones de París ha despertado de su sueño profundo a las capas más atrasadas del proletariado y ha dado en todas partes un impulso a la propaganda socialista revolucionaria. Por eso no ha muerto la causa de la Comuna, por eso sigue viviendo hasta hoy día en cada uno de nosotros.
La causa de la Comuna es la causa de la revolución social, es la causa de la completa emancipación política y económica de los trabajadores, es la causa del proletariado mundial. Y en este sentido es inmortal.
Más información sobre la Comuna de París, Lenin y el presente artículo:

martes, 13 de marzo de 2012

Río de Janeiro 2016: DESALOJOS OLÍMPICOS

Los organizadores de los Juegos Olímpicos deben pedir a las autoridades brasileñas que detengan el desalojo forzoso de centenares de familias en todo Río de Janeiro en medio de los preparativos para los Juegos Olímpicos de Verano de 2016; así lo afirman grupos de residentes, activistas locales del derecho a la vivienda, Amnistía Internacional y WITNESS en una carta conjunta al Comité Olímpico Internacional (COI). 
Las organizaciones señalan que, en decenas de zonas humildes de la ciudad, los residentes han perdido o corren peligro de perder sus viviendas debido a las obras de infraestructura acometidas por las autoridades con motivo del acontecimiento deportivo internacional. 
“Obligar a las familias a abandonar sus hogares sin aviso adecuado, sin previa consulta con los afectados y sin propuesta de alojamiento alternativo o provisión de recursos legales supone una burla de los valores que representan las propias Olimpiadas y vulnera las leyes y compromisos internacionales de Brasil en materia de derechos humanos” han afirmado las organizaciones. 
“Los organizadores de los Juegos Olímpicos deben ejercer su influencia para poner fin a esta práctica antes de que sea demasiado tarde. El COI no debe ser cómplice en abusos contra los derechos humanos perpetrados en su nombre, y debe condenar pública e inequívocamente todos los desalojos forzosos llevados a cabo en Río de Janeiro.” 
Las favelas y los asentamientos informales que rodean la ciudad ya se vieron afectados el año pasado, y están expuestos a sufrir en el futuro más desalojos previstos por las autoridades. 
Ya se han cometido graves violaciones de derechos humanos debido a importantes obras de infraestructura, como la construcción de tres autopistas de transporte rápido en autobuses (la TransOeste, la TransCarioca y la TransOlímpica), las obras en torno al Estadio de Maracanã y la modernización de la zona portuaria. Conforme avanzan estas obras, varias comunidades –entre ellas Vila Autodromo y Arroio Pavuna– se enfrentan a un desalojo inminente. 
Aunque las autoridades de Río aseguran que no se han llevado a cabo desalojos forzosos y que se está indemnizando debidamente a todas las familias antes de que pierdan sus casas, la investigación independiente de ONG locales, el Departamento de Asistencia Jurídica de Río de Janeiro y organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y WITNESS demuestra lo contrario. 
En los casos más graves, las autoridades se han presentado en una comunidad sin previo aviso y han empezado a demoler viviendas y negocios. 
El 22 de octubre de 2010 llegaron máquinas topadoras (buldózer) a la comunidad de Restinga y empezaron a demoler viviendas y pequeñas tiendas que llevaban abiertas más de 20 años. 
Edilson, residente de Restinga, describió así la operación: 
“A las 10 de la mañana había máquinas, agentes de policía y fuerzas antidisturbios con armamento pesado, y empezaron a desalojar las casas. Si alguien se negaba a marcharse, empezaban a derribar su puerta con el buldózer. Los agentes entraban en tu casa, te sacaban a la fuerza y luego la demolían.”
Muchas personas que vivían y trabajaban en Restinga han perdido su empleo y su fuente de ingresos, y los niños de la comunidad no han podido trasladarse a otras escuelas, por lo que llevan meses de atraso educativo. 
Los ex residentes de la comunidad no han recibido una indemnización adecuada ni alojamiento alternativo apropiado, en contravención de las normas internacionales de derechos humanos. 
Este patrón de abusos se reprodujo en otras comunidades  el año pasado: las autoridades suelen presionar sin descanso a los residentes durante meses para que acepten condiciones infralegales en lugar de respetar sus garantías jurídicas y administrativas antes de que tengan lugar los desalojos. El hostigamiento se emplea aparentemente como táctica de coacción para que las familias acepten su reasentamiento en zonas casi siempre remotas, lejos de su comunidad y de sus empleos y escuelas. 
La situación se ha agravado tanto este año que la relatora especial sobre una vivienda adecuada, Raquel Rolnik, intervino para exigir al gobierno brasileño que “detenga los desalojos previstos hasta que estén garantizados el diálogo y la negociación”. 
“Reconocemos que las autoridades de Río de Janeiro tienen necesidad de crear infraestructura adecuada para garantizar el éxito y la seguridad de la Copa Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas de 2016” afirman las organizaciones.
“Pero debe hacerlo con un espíritu de consulta y colaboración con las comunidades afectadas, para que la protección de sus derechos esté garantizada en el proceso.”
AMNISTÍA INTERNACIONAL

Más información:

viernes, 9 de marzo de 2012

Día Internacional de la Mujer Trabajadora

Para conmemorar el día de la Mujer Trabajadora, que acaba de finalizar, es de buen gusto emplear un artículo de la incansable luchadora Aleksandra Kollontái. Fue una destacada dirigente comunista, participó en la gran Revolución Bolchevique de octubre de 1917 y desempeñó importantes cargos tras el triunfo comunista. El texto es de 1913 (solo dos años después de celebrarse por primera vez el Día de la Mujer) y analiza profundamente lo que representaba para ella, dentro su contexto político y social, la lucha de la mujer trabajadora y del movimiento obrero, frente a la mujer burguesa que se conformaba únicamente con el derecho al sufragio. 
Recomiendo un acercamiento a la figura de esta importante mujer para saber más acerca de su interesante vida.


Más información:



EL DÍA DE LA MUJER (ALEKSANDRA KOLLONTAI - 1913)
¿Qué es el día de la mujer? ¿Es realmente necesario? ¿No es una concesión a las mujeres de clase burguesa, a las feministas y sufragistas? ¿No es dañino para la unidad del movimiento obrero? Esas cuestiones todavía se oyen en Rusia, aunque ya no en el extranjero. La vida misma le ha dado una respuesta clara y elocuente a estas preguntas.
El día de la mujer es un eslabón en la larga y sólida cadena de la mujer en el movimiento obrero. El ejército organizado de mujeres trabajadoras crece cada día. Hace veinte años las organizaciones obreras sólo tenías grupos dispersos de mujeres en las bases de los partidos obreros… Ahora los sindicatos ingleses tienen más de 292.000 mujeres sindicadas; en Alemania son alrededor de 200.000 sindicadas y 150.000 en el partido obrero, en Austria hay 47.000 en los sindicatos y 20.000 en el partido. En todas partes, en Italia, Hungría, Dinamarca, Suecia, Noruega y Suiza, las mujeres de la clase obrera se están organizando a sí mismas. El ejército de mujeres socialistas tiene casi un millón de miembros. ¡Una fuerza poderosa! Una fuerza con la que los poderes del mundo deben contar cuando se pone sobre la mesa el tema del coste de la vida, el seguro de maternidad, el trabajo infantil o la legislación para proteger a las trabajadoras.
Hubo un tiempo en el que los hombres trabajadores pensaron que deberían cargar ellos solos sobre sus hombros el peso de la lucha contra el capital, pensaron que ellos solos debían enfrentarse al «viejo mundo» sin el apoyo de sus compañeras. Sin embargo, como las mujeres de clase trabajadora entraron en las filas de aquellos que vendían su trabajo a cambio de un salario, forzadas a entrar en el mercado laboral por necesidad, porque su marido o padre estaba en el paro, los trabajadores empezaron a darse cuenta de que dejar atrás a las mujeres entre las filas de «no-conscientes» era dañar su causa y evitar que avanzara. ¿Qué nivel de conciencia posee una mujer que se sienta en el fogón, que no tiene derechos en la sociedad, en el estado o en la familia? ¡Ella no tiene ideas propias! Todo se hace según ordena su padre o marido…
El retraso y falta de derechos sufridos por las mujeres, su dependencia e indiferencia no son beneficiosos para la clase trabajadora, y de hecho son un daño directo hacia la lucha obrera. ¿Pero cómo entrará la mujer en esa lucha, como se la despertará?
La socialdemocracia extranjera no encontró la solución correcta inmediatamente. Las organizaciones obreras estaban abiertas a las mujeres, pero sólo unas pocas entraban. ¿Por qué? Porque la clase trabajadora al principio no se percató de que la mujer trabajadora es el miembro más degradado, tanto legal como socialmente, de la clase obrera, de que ella ha sido golpeada, intimidada, acosada a lo largo de los siglos, y de que para estimular su mente y su corazón se necesita una aproximación especial, palabras que ella, como mujer, entienda. Los trabajadores no se dieron cuenta inmediatamente de que en este mundo de falta de derechos y de explotación, la mujer está oprimida no sólo como trabajadora, si no también como madre, mujer. Sin embargo, cuando los miembros del partido socialista obrero entendieron esto, hicieron suya la lucha por la defensa de las trabajadoras como asalariadas, como madres, como mujeres.
Los socialistas en cada país comienzan a demandar una protección especial para el trabajo de las mujeres, seguros para las madres y sus hijos, derechos políticos para las mujeres y la defensa de sus intereses.
Cuanto más claramente el partido obrero percibía esta dicotomía mujer/trabajadora, más ansiosamente las mujeres se unían al partido, más apreciaban el rol del partido como su verdadero defensor y más decididamente sentían que la clase trabajadora también luchaba por sus necesidades. Las mujeres trabajadoras, organizadas y conscientes, han hecho muchísimo para elucidar este objetivo. Ahora el peso del trabajo para atraer a las trabajadoras al movimiento socialista reside en las mismas trabajadoras. Los partidos en cada país tienen sus comités de mujeres, con sus secretariados y burós para la mujer. Estos comités de mujeres trabajan en la todavía gran población de mujeres no conscientes, levantando la conciencia de las trabajadoras a su alrededor. También examinan las demandas y cuestiones que afectan más directamente a la mujer: protección y provisión para las madres embarazadas o con hijos, legislación del trabajo femenino, campaña contra la prostitución y el trabajo infantil, la demanda de derechos políticos para las mujeres, la campaña contra la subida del coste de la vida…
Así, como miembros del partido, las mujeres trabajadoras luchan por la causa común de la clase, mientras al mismo tiempo delinean y ponen en cuestión aquellas necesidades y sus demandas que les afectan más directamente como mujeres, amas de casa y madres. El partido apoya esas demandas y lucha por ellas… Estas necesidades de las mujeres trabajadoras son parte de la causa de los trabajadores como clase.
En el día de la mujer las mujeres organizadas se manifiestan contra su falta de derechos. Pero algunos dicen ¿por qué está separación de las luchas de las mujeres? ¿Por qué hay un día de la Mujer, panfletos especiales para trabajadoras, conferencias y mítines? ¿No es, en fin, una concesión a las feministas y sufraguistas burguesas? Sólo aquellos que no comprendan la diferencia radical entre el movimiento de mujeres socialistas y las sufraguistas burguesas pueden pensar de esa manera.
¿Cuál es el objetivo de las feministas burguesas? Conseguir las mismas ventajas, el mismo poder, los mismos derechos en la sociedad capitalista que poseen ahora sus maridos, padres y hermanos. ¿Cuál es el objetivo de las obreras socialistas? Abolir todo tipo de privilegios que deriven del nacimiento o de la riqueza. A la mujer obrera le es indiferente si su patrón es hombre o mujer.
Las feministas burguesas demandan la igualdad de derechos siempre y en cualquier lugar. Las mujeres trabajadoras responden: demandamos derechos para todos los ciudadanos, hombres y mujeres, pero nosotras no sólo somos mujeres y trabajadoras, también somos madres. Y como madres, como mujeres que tendremos hijos en el futuro, demandamos un cuidado especial del gobierno, protección especial del estado y de la sociedad.
Las feministas burguesas están luchando para conseguir derechos políticos: también aquí nuestros caminos se separan: para las mujeres burguesas, los derechos políticos son simplemente un medio para conseguir sus objetivos más cómodamente y más seguramente en este mundo basado en la explotación de los trabajadores. Para las mujeres obreras, los derechos políticos son un paso en el camino empedrado y difícil que lleva al deseado reino del trabajo.
Los caminos seguidos por las mujeres trabajadoras y las sufraguistas burguesas se han separado hace tiempo. Hay una gran diferencia entre sus objetivos. Hay también una gran contradicción entre los intereses de una mujer obrera y las damas propietarias, entre la sirvienta y su señora… Así pues, los trabajadores no deberían temer que haya un día separado y señalado como el Día de la Mujer, ni que haya conferencias especiales y panfletos o prensa especial para las mujeres.
Cada distinción especial hacia las mujeres en el trabajo de una organización obrera es una forma de elevar la conciencia de las trabajadoras y acercarlas a las filas de aquellos que están luchando por un futuro mejor. El Día de la Mujer y el lento, meticuloso trabajo llevado para elevar la auto-conciencia de la mujer trabajadora están sirviendo a la causa, no de la división, sino de la unión de la clase trabajadora.
Dejad que un sentimiento alegre de servir a la causa común de la clase trabajadora y de luchar simultáneamente por la emancipación femenina inspire a las trabajadoras a unirse a la celebración del Día de la Mujer.

martes, 6 de marzo de 2012

Vitoria 3 de Marzo del 76: En recuerdo de los cinco trabajadores asesinados por la violencia franquista


Acaban de cumplirse 36 años de uno de los más infames actos de terrorismo de Estado que se recuerde, sin embargo la mayoría de medios de comunicación siguen silenciando aquella masacre.
Manuel Fraga, fue máximo responsable del baño de sangre llevado a cabo por sus fuerzas policiales, el 3 de marzo de 1976 en el vitoriano barrio de Zaramaga. Apenas habían transcurrido 4 meses de la muerte del dictador, Fraga estaba a cargo del Ministerio más importante en ese momento para la derecha franquista, el de la Gobernación (que luego pasará a llamarse Interior), herramienta clave para sembrar el terror en las calles de todo el Estado ante cualquier protesta (no muy diferente a lo que vemos hoy en día por cierto). 
El Régimen todavía estaba muy vivo, no quería que se le escapara de las manos el orden que había establecido por medio de un golpe de estado y cuatro décadas de cruel tiranía. Fraga Iribarne lo tenía muy claro, se creía dueño de la situación y sacó a escena su carácter autoritario siempre sediento de sangre de la clase trabajadora, aquella que toda su vida ha despreciado. 
Lo sucedido aquel 3 de marzo difícilmente se podrá borrar de la memoria colectiva, por mucho que lo intenten. Un grupo de trabajadores en huelga decidió llevar a cabo una asamblea en una pequeña iglesia. La policía les obligó a salir, lanzaron gases lacrimógenos en el interior, la gente se asfixiaba, no podía ver, el pánico era indescriptible. Al no tener otro remedio, los obreros fueron saliendo de la iglesia y en cuanto cruzaban el umbral de la puerta las bestias policiales les esperaban para darles un buen escarmiento. Mientras salían, les apaleaban desde todos los lados y no contentos con eso comenzaron a ametrallar a la multitud. Los propios agentes se jactaron de lo que acababan de hacer, "hemos hecho una auténtica masacre" se decían orgullosos. El resultado fue dantesco, varios heridos de bala, dos muertos en el lugar de los hechos, cuatro heridos grave de los cuales tres fallecieron, en conclusión cinco asesinados por el terrorismo y la violencia franquista. Los familiares siguen pidiendo justicia 36 años después de la masacre. Nunca se investigó a fondo todo lo ocurrido, no se depuraron en absoluto responsabilidades, las personas que dirigieron toda la operación jamás se han sentado en un banquillo para ser juzgados. El recientemente homenajeado, Manuel Fraga, lejos de pedir perdón por aquello llegó a decir que la policía actuó correctamente y que en Vitoria no había pasado nada. 
Sin embargo, por mucho que la derecha de este país quiera verter tierra encima de las atrocidades que han cometido a lo largo de la historia, las personas que creemos en la justicia, en la libertad y en la lucha de clases, jamás olvidamos. Los compañeros que cayeron a manos del terror franquista siempre estarán en nuestro recuerdo, y sirva de humilde homenaje estas líneas del post de hoy. 
Por todos los caídos en la lucha obrera, hoy más que nunca debemos salir a las calles y trabajar día a día para darle vuelta a esta situación tan complicada. Los derechos y libertades no vienen solos, se han adquirido a lo largo de la historia a través de la acción, y no debemos seguir permitiendo este robo.
BIENVENIDO PEREA, FRANCISCO AZNAR CLEMENTE, ROMUALDO BARROSO CHAPARRO, PEDRO Mª MARTINEZ OCIO y JOSE GARCÍA CASTILLO, estarán siempre en el recuerdo del pueblo vitoriano y de toda la clase trabajadora.


Más información:
http://periodismohumano.com/sociedad/memoria/cinco-trabajadores-muertos-por-disparos-de-la-policia-en-vitoria-76.html
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=143307
http://www.vitoriayvitorianos.com/2010/03/34-anos-de-los-sucesos-de-vitoria-3-de.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Sucesos_de_Vitoria