Revolución

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“La libertad no es más que un fantasma inofensivo mientras existan hombres que puedan matar impunemente de hambre a otros. La libertad es un fantasma inofensivo cuando a través de un monopolio el rico logra ejercer el derecho de vida y muerte sobre sus semejantes.” JACQUES ROUX

lunes, 23 de enero de 2012

SHELL: Un imperio basado en la muerte y el crimen

LA PETROLERA SHELL DEBE ASUMIR TODAS SUS RESPONSABILIDADES RESPECTO A LOS VERTIDOS DE PETRÓLEO EN EL DELTA DEL NÍGER


El 28 de agosto de 2008, un fallo en el oleoducto transnigeriano provocó un importante vertido de crudo en Bodo, donde viven unas 69.000 personas. El petróleo estuvo vertiéndose durante semanas. Según Shell, se vertieron en total 1.640 barriles; sin embargo, una estimación independiente sugiere que salían hasta 4.000 barriles diarios. El vertido fue finalmente detenido el 7 de noviembre. El 7 de diciembre se produjo un segundo vertido en Bodo, también debido a un fallo de las instalaciones. Todo apunta a que fue incluso mayor que el primero. Pasaron diez semanas antes de que fuera detenido.
DAÑOS PERMANENTES
La actitud de Shell al no detener de inmediato los vertidos y limpiar el petróleo ha devastado la vida de decenas de miles de personas. Los daños permanentes causados en los caladeros de pesca y en las tierras cultivables han provocado una escasez de alimentos y una subida en los precios. Quienes vivían de la pesca han perdido su medio de sustento y los campesinos aseguran que sus cosechas son ahora mucho más pequeñas. La población teme por su salud y ya no se atreve a comer el pescado local o a beber de los canales o el agua de la lluvia como hacían antes. Según la ONU, la devastación es tal que harán falta más de 25 años para que la región se recupere.
DEPURAR RESPONSABILIDADES
Aunque Shell admitió que los dos vertidos se debieron a defectos en las instalaciones por la corrosión, posteriormente ha intentado justificar su inacción alegando que muchos vertidos son causados por sabotajes.
Esta afirmación ha sido negada enérgicamente tanto por las comunidades como por las ONG para el caso de estos dos vertidos. Además, las leyes nigerianas establecen que la empresa debe limpiar el vertido sin demora y pagar las indemnizaciones sea cual sea la causa del mismo.
Tras intentar durante años que la zona se limpiara y que Shell le ofreciera una indemnización adecuada, la comunidad de Bodo acudió a los tribunales británicos en 2011. El proceso judicial está en curso.
Amnistía Internacional también critica al gobierno de Nigeria por no hacer cumplir la normativa vigente, dejando así a sus ciudadanos en manos de las petroleras. El organismo regulador de los vertidos carece de recursos suficientes, es ineficiente y no cuenta con la necesaria independencia. El resultado es que las petroleras actúan –o no– sin miedo a ser sancionadas.
EMPOBRECIDOS POR EL PETRÓLEO
El desastre de Bodo es sintomático de la situación general de la industria petrolera en el delta del Níger. Según la ONU, entre 1976 y 2001 se produjeron más de 6.800 vertidos en esta zona, con una pérdida aproximada de tres millones de barriles de petróleo. Como de muchos vertidos no se informa, las cifras reales podrían ser mayores. Cuando se encontró petróleo en el delta, la población de Bodo confió en que le traería algo bueno, pero los 50 años de extracción de crudo en el delta del Níger lo único que les ha traído ha sido empobrecimiento, conflictos, abusos y desesperación. Los inmensos depósitos petrolíferos de la zona han generado ingresos de miles de millones de dólares al país pero no a las comunidades que viven allí.
Amnistia Internacional

Enlaces sobre las criminales actuaciones de la multinacional Shell:

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