Revolución

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“La libertad no es más que un fantasma inofensivo mientras existan hombres que puedan matar impunemente de hambre a otros. La libertad es un fantasma inofensivo cuando a través de un monopolio el rico logra ejercer el derecho de vida y muerte sobre sus semejantes.” JACQUES ROUX

martes, 21 de junio de 2011

SANDINO: El gran azote del imperialismo yanqui

Hoy quiero resaltar una figura bien conocida por todos los amantes de la libertad y enemigos del imperialismo. 
Las líneas que siguen son homenaje al gran líder guerrillero nicaragüense Augusto Sandino y sus firmes ideales contra la opresión imperialista yanqui.

AUGUSTO CESAR SANDINO (1895-1934)

Augusto Nicolás Calderón Sandino, nació el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, departamento de Masaya. Su madre, Margarita Calderón, era una humilde campesina, que se ganaba la vida como doméstica y obrera agrícola.  Gregorio Sandino, su padre, fue un mediano propietario y productor agrícola, con quien se fue a vivir a los 11 años de edad.
La infancia de Sandino transcurrió junto a su madre con la cual trabajaba recolectando café en las plantaciones del Pacífico nicaragüense, ahí conoció y sufrió toda clase de miserias y privaciones.  
En su adolescencia, fue testigo de la primera gran intervención militar del imperialismo yanqui en su tierra, que culminó con el asesinato del general Benjamín Zeledón, el 4 de octubre de 1912. Sandino quedó muy impresionado con la imagen del patriota.
Más tarde, Sandino abandona la casa de su padre para buscarse la vida por sí mismo. Así, trabaja como ayudante de mecánica, en un lugar cerca de la frontera con Costa Rica. Posteriormente,  en 1920, viaja a Honduras y a Guatemala, en 1923, donde trabaja en las plantaciones de la United Fruit Company. Posteriormente marcha a México donde  trabaja, para empresas petroleras en Tampico y Cerro Azul.
Durante su estancia en México, Sandino se vincula con líderes sindicales, obreros, militantes socialistas, anarquistas y masones. Conoce de las luchas sindicales, de la agresión yanqui contra México por el control de los yacimientos petroleros, de la Revolución Mexicana y de las luchas de la clase trabajadora.

La lucha armada paso a paso
En agosto de 1925, luego de 13 años de ocupación, Estados Unidos retira sus tropas de Nicaragua. Sin embargo, permanecen los instructores de la Constabulary, antecesora de la Guardia Nacional. En octubre, ocurre el golpe militar del general Emiliano Chamorro.
En el mes de mayo del año 1926, ocurre un alzamiento liberal contra Chamorro. Las tropas norteamericanas desembarcan en Bluefields. Al enterarse del inicio de la Guerra Constitucionalista, Sandino parte rumbo a Nicaragua a donde llega el 1 de junio.
El 26 de octubre de 1926,  con algunos trabajadores del mineral de San Albino se alza en armas y se incorpora a la causa constitucionalista.
El 24 de diciembre, tropas norteamericanas desembarcan en Puerto Cabezas. Al día siguiente, Sandino consigue armas y municiones ayudado por prostitutas del puerto. En entrevista sostenida con el general José María Moncada, en Prinzapolka, éste le ordena regresarlas; pero Sandino logra conservar las armas e inicia el retorno a Las Segovias.
En febrero, Sandino se instala en El Yucapuca y comienza, en San Juan de Segovia, una campaña militar victoriosa; participando, él mismo, en gran número de combates. Las tropas conservadoras son totalmente derrotadas y Moncada trata de deshacerse de él enviándolo a Boaco.
El 12 de mayo de 1927, en una circular dirigida a las autoridades locales de todos los departamentos anuncia su firme determinación de continuar la lucha hasta que sean retiradas las tropas norteamericanas de ocupación.
El 1 de julio de 1927,  desde su campamento en Mineral de San Albino, emite su primer Manifiesto Político dirigido al pueblo de Nicaragua.
El 14 de julio responde a la propuesta de rendición que le hiciera el capitán de los marines, Gilbert Hatfield.
El 16 de julio, luego de una batalla de 15 horas, toma por unas horas El Ocotal. La aviación norteamericana bombardea y ametralla el poblado causando 300 muertos entre la población civil.
Sandino sigue combatiendo en varias ciudades y se retira hacia su campamento de El Chipote; inicia la guerra de guerrillas.
En diciembre, los gobiernos de Coolidge y Díaz acuerdan la transformación de la Constabulary en Guardia Nacional.
El 22 de junio de 1928 el dirigente comunista salvadoreño Farabundo Martí se incorpora a las filas del sandinismo.
Combatientes internacionalistas acudieron al llamado de la lucha antiimperialista de Nicaragua; intelectuales, estudiantes y obreros llegaban de distintos puntos de América Latina hasta Las Segovias a prestar servicio militar; los hubo de México, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, Republica Dominicana, Venezuela, Colombia, Honduras. Algunos como soldados de línea, otros sirvieron en el Estado Mayor como secretarios de Sandino; varios allí murieron.
El 6 de noviembre de 1928, en elecciones organizadas y supervisadas por los marines, es electo presidente el traidor Moncada.
El 23 de mayo de 1929, Sandino, parte de Nicaragua rumbo a México buscando, infructuosamente, el apoyo del presidente mexicano Emilio Portes Gil. Sus generales prosiguen la lucha. Regresa a Nicaragua el 16 de mayo de 1930.
El 15 de febrero de 1931 suscribe su manifiesto Luz y Verdad.
En noviembre de 1932, Juan Bautista Sacasa es electo presidente. Aunque solicitó a Washington la permanencia de los marines, su petición fue denegada.

Triunfo sandinista frente al imperialismo estadounidense
Finalmente llega al poder en EE. UU. el presidente Franklin Delano Roosevelt. Obligado por problemas domésticos de mayor importancia (la Gran Depresión), proclama la «política de buena vecindad, lo que significaba la retirada de todas las fuerzas militares de EE. UU. de los países de la cuenca del Caribe, incluyendo Nicaragua. Sin embargo, conscientes de su derrota, ya desde hacía algún tiempo los marines preparaban su retirada: paulatinamente dejaron de participar en los combates, y no sólo entrenaban clases y soldados, sino también oficiales nativos.
En enero de 1933 las fuerzas estadounidenses oficialmente abandonaron el territorio nicaragüense, sin haber podido matar o capturar a su enemigo, y menos aún vencerlo.
Se dice que el mejor homenaje a la gesta libertaria de Sandino se lo hace su enemigo. En sus respectivas placas de bronce, incrustadas en la pared izquierda del Salón Histórico del Pentágono, Estados Unidos reconoce sus dos derrotas militares en el siglo XX: Nicaragua (1933) y Vietnam (1967).

Propuesta de paz
Una vez habiéndose retirado los estadounidenses, Sandino envía al nuevo presidente liberal, Juan Bautista Sacasa, una propuesta de paz, que es aceptada. El 2 de febrero de 1933 termina oficialmente la guerra; el ejército de Sandino, exceptuando a un grupo de protección de 100 hombres, es oficialmente desarmado. La Guardia Nacional, quien aún no es autoridad militar reconocida como tal en la Constitución, se hace cargo de la seguridad en todo el país, lo que provoca abusos contra sus antiguos enemigos (los sandinistas) al estar estos desarmados.
Sandino efectúa algunos viajes a Managua para hacer notar el incumplimiento de los acuerdos por parte de la Guardia Nacional. En esos tiempos cuando Anastasio Somoza García, a la sazón Jefe Director de la Guardia, y deseoso de hacerse con el control total del país, decide que para conseguir tales objetivos es necesario eliminar a Sandino.

El vil y traicionero asesinato de Sandino
El 21 de febrero de 1934 Sandino en compañía de su padre, Gregorio Sandino, el escritor Sofonías Salvatierra (ministro de Agricultura de Sacasa) y sus lugartenientes generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor acudían a una cena en La Loma (Palacio Presidencial), invitados por Sacasa. A la salida de dicho evento el coche en el que viajaban fue detenido justo a la par del Campo de Marte, en un punto ubicado al sur de la Imprenta Nacional (donde se edita e imprime el diario oficial La Gaceta). El cabo de guardia que les detuvo era en realidad un mayor disfrazado, Lisandro Delgadillo, que les condujo a la cárcel de El Hormiguero (destruida por el terremoto que azotó a Managua en 1972). Los detenidos pidieron que llamaran a Somoza, pero les respondieron que no podían localizarlo, por otro lado la hija de Sacasa le comunicó a su padre la detención, ya que la había visto, y Sacasa se puso en contacto con la embajada de EE. UU. para intentar impedir el asesinato.
Sandino, Estrada y Umanzor fueron llevados al monte llamado La Calavera en el campo de Larreynaga y allí, a la señal de Delgadillo, el batallón que custodiaba a los prisioneros abrió fuego matando a los tres generales. Eso ocurría a las 11 de la noche.
En la misma noche el hermano menor de Sandino, Sócrates (quien era coronel del EDSN), muere en un enfrentamiento con efectivos de la Guardia Nacional que atacaron la casa del ministro Salvatierra, ubicada por el sector de la Iglesia El Calvario, en Managua. En este enfrentamiento resultó herido el coronel Santos López, quien logra abrirse pasos a balazos y tomar rumbo hacia Hondura.
Al día siguiente (22 de febrero de 1934) la Guardia Nacional destruyó la cooperativa que Sandino había establecido en el poblado de Wiwilí, matando o haciendo prisioneros a sus integrantes.
Dos años después, Anastasio Somoza García —quien llegó a afirmar que recibió las órdenes del asesinato de Sandino del embajador estadounidense Arthur Bliss Lane—, se haría con el poder del país, derrocando para ello al presidente Sacasa, quien era su tío político.

Legado de la lucha de Sandino
Creyeron que asesinando a Sandino moría su ideología. Pero se equivocaban, el sandinismo había calado hondo en la conciencia del pueblo, buscando completar la obra iniciada por el Padre de la Revolución Popular y Antiimperialista. Es así como surge el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, heredero y continuador del programa popular y antiimperialista del general Sandino. El FSLN emprenderá en 1978 un profundo proceso revolucionario y logrará terminar con la dictadura de la familia Somoza (en el poder desde el asesinato de Sandino en 1934) en 1979, Anastasio Somoza Debayle (hijo del dictador inicial y asesino de Sandino) es expulsado del poder y no tendrá más remedio que partir al exilio (julio 1979). 
Podemos decir alto y claro que la tiranía de los Somoza fue eliminada por el espíritu guerrillero de Sandino que perduró durante décadas en lo más profundo del pueblo nicaragüense, hasta que consumó su victoria.

Fuentes:

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